domingo, 13 de abril de 2014

Puerta trasera a la crónica policial


Nervios. Sentía nervios en la parte trasera del furgón policial, ese sin ventanas directa al exterior. La única luz se filtra por un pequeño recuadro enrejado que separa la cabina del conductor de allí atrás. Normalmente la policía no monta en aquellos lados pero la llamada fue tan urgente, el salto adrenalínico tan intenso y la falta de puestos tan evidente que si quería participar del evento no le quedaba otra que amontonarse con su armadura allí atrás.

Era un policía novato, recién salido de la academia. Esta era la primera vez que iba a entrar al barrio, la "jungla" como la llamaban, sentía ansiedad. Sus padres vivían en el norte del país, un pueblo pequeño, ambos obreros, habían experimentado algunas malas épocas. Cesantía en medio de una crisis económica larga, culpa de banqueros seguramente. Ambos se habían conocido allí y habían tenido a sus hijos al final de una época dorada para el pequeño pueblo, se permitieron tres hijos. Él, el de en medio. No tenía muchos buenos recuerdos, pero sobre todo, no muchas posibilidades de trabajo para un hijo de obrero. Algunos amigos habían migrado a la ciudad, pero el paro allá estaba igual de mal y el ambiente mucho más hostil, se peleaban los trabajos con los migrantes y sus hijos, decían, quizás nunca fue así, pero volvían al pueblo derrotados a contemplar las esquinas que los vieron crecer.

Hay que terminar el abuso se decía, pero hay que comer, llegar a la ciudad con trabajo es mejor que llegar sin él y mientras hay criminales, hay policía. Y si falta trabajo, pues habrán criminales. Su nueva educación fue dura. Mensajes directos, siempre mensajes directos, en la confusión de la lucha contra el crimen el mensaje directo impone orden. Entró a las brigadas pensando que vería más acción. Pero el capitán Veblen, tenía una visión mucho más directa que heredar y más honesta. No estaban ahí para aprender orden, sino a sobrevivir. Su castigo por ser nuevo era ir al mundo de los salvajes, los bárbaros que rondan en el caos y la depredación moral a las puertas de la ciudad de cristal. Era heroico... no, desafortunado mejor dicho, tratar directo con las huestes de migrantes en los barrios periféricos, donde los niños juegan con los condones usados y se accidentan con las jeringas de los yonkis, alejarlos de lo ricos y medianos ciudadanos más prósperos, más locales, más humanos.

La carrera era simple, destacar lo más rápido posible y salir de allí, ser reasignado a funciones más importantes, y la brigada daba esa opción. Era la que por lejos más ingresaba a la "jungla" y daba más posibilidades de conseguir un ascenso rápido. El sistema no miraba rostros, sólo cifras. Suficientes detenidos te hacen ejemplar, ayudas a completar la estadística, la estadística convence a los electores, los políticos conservan sus cargos y ascienden a los policías. Así que las cifras se consiguen sin titubear, un porro es droga y droga es narcotráfico. Se interviene la situación, se aísla al sospechoso de su contexto, se reduce, se anota, se libera. Si, se libera. Llenó la estadística, pasó por el cuartel, pero no hay tiempo ni recursos para un juicio sin pruebas, no más que un porro. Tribunales no lo aceptaría.

Veblen lo decía pero todos siempre lo sospechaban. Tribunales laxos, garantistas, presunción de inocencia, derechos humanos, me aburre. Nunca castigaban. Había que hacer justicia por las propias manos. Si los tribunales sólo los aburren y los mandan para casa, era un deber de la policía disuadir con "cariño". Y eso pasó ese día. Unos colegas atrapaban a este narco frente a sus amigos, ¿sabes?, pero hoy los chicos lo defendieron. Los tres colegas, si, porque eran solo tres contra una banda de matones, los agredieron y no les quedó otra que pedir refuerzos. Y la brigada siempre está ahí, siempre es la primera. Se montó como pudo el traje, la armadura y se subió al primer vehiculo disponible. A detener lo que era el caos en el barrio del caos.



Era un fin de semana oscuro. Primeros días de otoño. El día estaba nublado pero había un aire calido rondando. Los niños jugaban en el parque vigilados de cerca por sus padres. Unos chicos, poco más que adolescentes, se reunían en una esquina. Todo tranquilo, un buen fin de semana para los trabajadores del barrio, los que tenían trabajo. Todos se conocían bastante bien. Algunos venían de África y otros de rincones menos privilegiados de América, otros eran locales pobres. Todos compartían ese pequeño parque, un sueño de otra época, pero que los vecinos cuidaban y trataban de mantener lejos de dealers y prostitutas, los que se recluían en las calles más oscuras del barrio. Y entonces el ruido de motores marchando a toda velocidad colmó el espacio sonoro.

Unos 20 policías vestidos con trajes anti-motín se bajaban de dispares vehículos policiales. Eran las brigadas. Las madres asustadas se reunieron con sus hijos para darle protección, pero era demasiado tarde. Las fuerzas policiales se habrían paso a empujones con sus escudos y apuntaban sus escopetas de balines de goma a quien se les cruzara. Marchaban en dirección a los adolescentes de la esquina. El caos se fue apoderando del lugar mientras más vehículos policiales escupían más efectivos uniformados. Mientras, los adolescentes se dispersaban rápidamente entre los edificios. Los oficiales tras ellos.

Los vecinos sintieron el golpe. Las brigadas, siempre vigilantes, acosando, aburridas, pasando horas sentados en sus vehículos dando vueltas, tomando detenidos a los muchachos enfrente de sus amigos, frente a su familia, humillándolos, sólo para devolverlos al rato. Era su rutina diaria. Acoso, acoso, hostigamiento. Eran propiedad de la policía. Y ahora, llegando en grupo, repartiendo palos como legiones romanas, incumbiéndose en sus domicilios, sus pequeños jardines, persiguiendo a los muchachos. La gente se bloquea. Había tomado demasiado tiempo en comunidad, conversando, conversando, conversando, para mantener a los dealers y delincuentes en el margen del barrio. Y ahora la policía los tratan como animales de coral a todos, los miran con desprecio, los insultan por su color de piel, les disparan a quemar ropa las balas de goma, rompen huesos. La gente reacciona.

Una madre encara a un policía para defender a su hijo pequeño, un golpe seco le quiebra un hueso en alguna parte de cráneo, pérdida de conciencia. Toma de conciencia. Como si ese momento hubiese conectado las mentes de todos los vecinos. Los policías, dispersos por el barrio, tuvieron poca capacidad para reaccionar.



Esa tarde había sido un merecido descanso. Una pequeña copa de vino para embriagar el fin de la tarde y ver el informativo por TV. La guapa periodista lucía uno lindos pendientes que combinaban con sus ojos grises. Invitaban a hacer un recorrido ojos, pendientes, cuello, escote. Un escote un poco más atrevido de lo que se veía en la calle, es otoño, pero en los estudios de TV está todo climatizado. Y claro, había escuchado que los focos emiten mucho calor. La periodista narraba el informe policial. "Tres policías habían sido agredidos por un grupo de jóvenes al tratar de detener un sospechoso por tráfico. A la llegada de refuerzos había sido muy mal recibida por el barrio, que se decía era algo peligroso, pero que mucho asistente de cliente asistía para comprar droga. El asunto había desencadenado en motín. Había varios policías heridos y unos 20 pobladores detenidos. El informe precisaba que bien sólo 8 podían ser formalizados y entregados a tribunales ya que la policía contaba con pruebas. El jefe de la policía se lamentaba que la justicia no le entregase más recursos para detener a los criminales y sus cómplices. Pasando a otras noticias, el ministro anuncia que no hay señales de recuperación económica, mientras la cesantía sigue en aumento, pero espera que en los próximos meses las cifras se reviertan". Un trago largo de vino.


El médico tomó el pie de su paciente. "Un esguince en el tobillo" dijo. Nada más y comenzó a tratarlo mientras le preguntaba a su paciente como se lo había hecho. El policía respondió que estaba en un operativo, tratando de tomar a un chico que vendía porros. Pero los muy cabrones de sus amigos se los pusieron complicado. No es que fueran muy grandes, pero decidieron echar para atrás. Al girar sobre sí mismo tratando de huir, se esguinzó. "Se puso mal"-dijo el policía -"llamamos refuerzos y vino toda la brigada, el resto sale en las noticias". "Y al traficante ¿lo capturaron?"- preguntó el médico. Libre. Era ciego, nadie iba a creer que un grupo de adolescentes liderados por un ciego traficaba y había intimidado a unos policías.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Dos modelos de (anti)empatía política.



Uno tiene la educación suficiente para darse cuenta de la injusticia, de que él está un poco mejor, pero que el resto esta realmente jodido, siente y ve que los de arriba tienen la culpa. Sus recursos son limitados, pero los tiene, le ayudan a entender que la injusticia no es lógica, que si lo es la solidaridad, él ve el global. Tiene el valor, se da cuenta de lo que hay en juego, se arriesga por los demás. Tiene la convicción, el espíritu que no lo lleva a desviarse, sabe lo que necesita. Oganización, lucha y cambio, un cambio total, necesita revolución.

Dos vive la injusticia en carne propia, la odia y le teme. No tiene las herramientas, se las ha fabricado. Tiene un talento, sabe tratar a la gente. Es rápido, aprende el juego, sobrevive. Sube. Sabe negociar, no espera nada de los demás, espera todo para sí. Nada es gratis para él, pero luchó, tiene lo que ha ganado, piensa que se puede, él pudo, aspira a seguir subiendo.

Uno busca aliados y busca una idea que de valor, algo superior, noble. Un plan. Se concentra, se organiza. Define enemigos, define objetivos, define estratégias. Estudia, aprende, hace contactos, busca una base. Convence a los que quiere salvar, los necesita, lo justifican todo, todo el esfuerzo, toda la lucha. Se convence, se disciplina.

Dos no lo cree a los expertos, le cree a su experiencia. Tener recursos es manejar a la gente. Hacer dinero no se aprende en una escuela, ni trata de economía. Así sube, manipulando gente, que es lo que quieren, que es lo te interesa. No es el precio del dólar, no del petróleo. Es el contacto, la casa en la playa, el traje, el prestigio, el favor o la amenaza. Es el soborno, el abogado, la negociación, es el poder. Es la exitación de la vida misma. Cuando te enseña la práctica, la teoría es absurda.

Para Uno la práctica no encaja con la teoría. Así que pretende hacer una nueva práctica, hacerlo todo de nuevo, purgar del mundo lo podrido. Sabe que los de arriba querrán salvaguardar su privilegio, sabe que se opondrán con todos sus recursos. Por eso las reformas no sirven, hay que ser radical. Actuar fuerte antes de que reaccionen, ellos y sus aliados, el stato quo.

Dos, no le gusta el sistema, pero le gustan menos los disconformes que sólo critican, los flojos que sólo piden. Disfruta de lo que se ha ganado, quiere conservarlo. Si él pudo, otros pueden. Aunque a veces le combiene más que no todos puedan. Entrar y cerrar la puerta detrás de sí. Él tiene los contactos, podría asegurar lo que tiene ¿Por qué dejar que otro se lo arrebate? Tiene mucha responsabilidad, su familia, su gente. Tiene que facilitarse la carga.

Uno odia la comodidad de arriba, de su flojera, de que vivan de los otros. Odia su ignoracia, que no vean o no quieran ver el daño que hacen. Él sabe, él entiende y comprende lo que tiene que hacerse. Pobres los de abajo que nisiquiera saben lo miserables que son. Él tiene las respuestas, sólo él puede hacerlo.

A Dos los de arriba lo felicitan, es su hombre, el ejemplo. Siente orgullo de lo que hizo, de que aquellos lo reconozcan. Le entusiasma su belleza, su estilo, sus ideas, sus apellidos. Tolera los cambios que mejoren las cosas, son oportunidades que hay que aprovechar. No se desanima, es positivo. Él asume los riesgos, sabe que hay que apostar para ganar, pero sabe que siempre es mejor cuando las probabilidades están a tu favor, cuando ya conoces el juego.

Uno entra en acción, todo es heroísmo de ahora en adelante. La moral sólo se sostiene bajo los ideales, porque la lucha es dura. Como predijo, los defensores del Stato quo lo amenazan, lo encasillan, lo llaman bárbaro e inculto. ¡Él! inculto él, si ha leído y visto el problema con sus propios ojos, que ve que el problema es apremiante. La justicia es una regla dura e intolerante, o estás conmigo o contra mi. Hay que ser austero, la ciencia de la igualdad lo demanda así, ellos jamás podrían, acostumbrados a sus gustos supérfluos.

Dos ve el alboroto con frustración. Todo lo construído, todo el esfuerzo amenazado por ignorantes que no saben cómo funciona el mundo. Admira su decisión, su firmeza, como el pueblo los aclama, su propia gente, esos que el despreció para convertirse en quién es. Por eso los considera peligrosos, populistas que confunden al pueblo, le hacen promesas que no pueden cumplir. ¿Cómo van a saber si jamás han sido la mitad de lo productivo que él es?.

Uno esta concentrado, su palabra, su convicción a movido a las masas. Todo parece confirmarse, el pueblo se levanta, pero no todos. Aún siguen engañados por la inercia del discurso del stato quo, se engañan a sí mismos, se frustran por el alboroto. Es que no comprenden, están ciegos, luchamos por ellos y ellos nos traicionan. Sí, NOS traicionan, Uno, ya no es uno, Uno es "todos". Da igual, la victoria está cerca.

Dos teme, ya no es rabia ni frustración, es miedo y el miedo lo lleva a tomar decisiones al límite. No es que nunca lo haya pensado, quizás, puede que tenga algo de experiencia en ello. Pero el miedo lo motiva a utilizar todos sus recursos y Dos es un hombre de recursos. De algún modo si tiene éxito todo volverá a la normalidad; si fracasa, puede que le de la razón a aquellos que quiere destruir. Pero esto no es sólo por él, por conservar sus bienes, ni el reconocimiento de esos que le rodeaban, no, es por todos, es por su familia, el futuro, el país, por todo lo más elevado. Para ganar, hay que arriesgarse.

Uno ríe, la victoria esta cerca, ha sido su obseción por mucho tiempo, la batalla ha sido tan dura, y lo más difícil ha sido la traición, sus primeros colaboradores, amigos, el éxito los tiene intoxicados. Ahora que ya llega el poder, no sabe si estarán todos a la altura moral. Este es un sacrificio, tomar el poder para destruirlo, evitar su seducción. Al final el monstruo mostró toda su fealdad y fue su gran hundimiento. El convencimiento final de que eran ellos los que encarnaban la justicia, pese a que en el camino dudó y aunque se arrepienta de algunas cosas, todo es por un fin superior, no es por él, es por todos.

Dos sufre su error, el más costoso hasta ahora. No estuvo solo, es un hombre de recursos, de conexiones. Ha salvado por poco y pretende seguir. Aún quedan aliados. Dos no se desanima demasiado. Él aprende de los errores.

Para Uno es definitivo, ha llegado el momento de felicidad, convertir en realidad la promesa que forjó con sangre. El cambio total, pero el cambio a qué. Se ganó su posición como lider, le toleraron su gobierno experimental. Cómo saberlo. Estudió mucho lo malo del sistema, como derrotarlo, pero muy poco lo que tocaba despúes. Sus campañeros ya dudan de su virtud y hay demasiados rumores a sus espaldas. No puede confiar, reconoce su error, pero ¿cómo confiar en alguién más? Sino tienen la altura moral, pueden aprovecharse del poder, volver todo a lo que era, o a algo peor.

Dos mira desde afuera, gasta día y noche en volver a tener lo que fue. Ocupa todas sus estrategias. Medios, contactos, favores, interéses, negocia, habla. Tiene claro sus fines, racionaliza sus metas. Tiene claro su objetivo, es flexible a lo que ocurra. Ya lo jugó todo y lo perdió. Siguirá, desde afuera, tratar de ser lo que es.

No quedan opciones. Uno lo sabe. No puede confiar el destino de la causa a nadie, es demasiado importante, él más que nadie lo sabe, desde el principio. La presión de afuera se hace evidente, se necesitan aliados y hay que negociar. No se puede dudar, cualquier cuestionamiento será traición. Para lograr el cambio hay que extirpar a todos los que quieran volver. Ya no hay tiempo de convencer, hay que forzar la convicción. Se necesita asesoría técnica en la ciencia de la justicia. Podemos ser un reloj contra la batalla que ahora hay que dar, pero a nivel internacional, contra los de arriba, los de arriba en el mundo.

Dos sabe que hay que presionar desde afuera, pero también hay que dividir desde adentro.

Uno no puede creer que algunos se levanten contra él, la unidad lo es todo. Uno hace lo que sabe hacer. Los calla por la fuerza. Sus técnicos se encagaran de lo demás. Solo le importa que la causa llege a la nueva generación

Dos estudia y se prepara, racionaliza y buscará también a esa nueva generación.

Con el tiempo se cansarán. Sus modelos se alzarán y caerán alimentados con las mentes y los corazones de nuevos representantes de la ley de hierro. Nuestra prisión, nuestro infierno. Esperemos no ser nunca ninguno de estos modelos.


La vida fuera de las palabras

Hasta el momento sólo he escrito palabras, pero hay una función de las palabras que no está escrita en ninguna parte. Una función que va más allá de las palabras que se no han dicho, se acumulan en la cabeza. Descentramiento del yo, política corporal, deconstrucción de la metafísica, aveces sólo sentir.

¿Y si pensar no se hace sólo con la cabeza?. Y si pensar no es otra cosa más que una acción entre otras.

Hay mucho que está fuera del alcance de las palabras y de toda lógica, razón o conocimiento. Sin embargo, las palabras también logran transportarnos a éste espacio de sin sentido apacible, ésta agua turbia que nos convoca  ¡Advertencia! Este texto contiene palabra peligrosas que se embarcaran en un viaje a los límites de la significación, la lógica y la coherencia, es un viaje a un mar desconocido, que va más allá de reglas relacionales, esenciales o legibles. No hay diversidad posible, no hay realidad, no hay palabras. Ejerzo mi derecho al delirio, el nombre que le ponen a las palabras que aún no tienen significado y que quizás nunca las tendrán.

Los invito a ahogarse, en un mar profundo, lejano para la mente, peligroso y pedregoso si se intenta entender....un consejo, olvídese de su identidad, sus valores, su bendita cobardía que aún lo mantiene vivo, calentito y alcoholizado. Agarre todo el pesado valor que pueda, pues el que se muere acá es el que sale a flote. Lo invito a ahogarse.

Sumergido en su sueño, no cierre los ojos, escúpalos. Diríjase a lo más profundo de su inconciente y luego olvide que tiene uno. Está en shock pensando como un perro es violado por su madre, que devora su miembro por la fuerza. Luego su ceño se frunce y escupe, ésto no le esta gustando. Es el trance, acá habrá algo, pero se detiene, no consigue nada importante. Sólo se abre un portal directo a su columna vertebral. recorre su cuerpo en disposición múltiple. El camino es oscuro, le tomo la mano para que pueda ingresar al fondo.

En el fondo de todo, descubrirá oscuridad profunda y un olor a un miedo primitivo que se instala en su cuerpo, lo posee, sabe que es el aroma de lo desconocido, que se esconde en ésta oscuridad verdosa, en éste olor a cloaca. Sabe que está un lugar de paso, el relato continuará a un nudo aún más confuso que la simple oscuridad. Esa oscuridad que amplifica los sentidos y lo antes inaudible se transforma en eventos reveladores de lo que ocurre a nuestro al rededor. Ligeramente nuestra imaginación empieza a llenar de posibilidades de certeza que nos niega la oscuridad. ¿Es miedo a la oscuridad o a lo que podría estar escondido en ella?

Sentimos intensamente, el viento de la cloaca nos abruma, nuestros sentidos se excitan, dan ganas de correr, de hacer algo, ansiedad de romper la tensión. ¿Huímos de algo o de nosotros mismos? Buscamos una solución a un problema que no hay....o quizás no hay. Dudamos, la duda se extiende como un cáncer, crece y engorda, se vuelve fuerte y sano. Un cáncer poderoso que toma control, con decisión, valor y certeza. Eso es la duda, la certeza que nos llena y nos da respuestas en forma de preguntas ¿Qué debo hacer?¿Seré un cobarde?. Debo hacer algo, soy cobarde. Preguntamos lo que sabemos. Entonces no tenemos curiosidad por ir más allá, nos mueven nuestras certezas. Corremos en la oscuridad por certeza. No somos mejores personas por tener certezas. Correr de la oscuridad es tener la certeza que se necesitan certezas.

Luego, por correr caemos en el agua, un agua clara, bella, transparente, tóxica y corrosiva. Nadie podría nacer allí, ni querer volver. La luz calcina nuestros ojos. Es el fluido del aire puro atravesando nuestros pulmones. Fuego y aire tienen mucho en común. Ardemos en el interior y agonizamos por otro respiro. Gozamos la cegera de la luz.

domingo, 25 de marzo de 2012

Tolerancia intolerante. (un modelo de hegemonía)

Recientemente, en varios países, se han estado discutiendo varios temas sobre derechos humanos sobre el sexo, la sexualidad y el género. Temas controvertidos sobre la igualdad de los géneros en el trabajo, el matrimonio homosexual, la discriminación. Mucho de ésta discusión es efecto de varios movimientos políticos que han luchado por posicionar el tema. Desde el feminismo a los movimientos trans y homosexuales.

Estos movimientos lograron visibilizar el problemas, luchando y discutiendo, no sólo con una sociedad que se mostraba incomprensiva ante sus demandas, sino también entre sus distintas posturas y por la comprensión más precisa y acabada de cuales eran sus intensiones y como llevar acabo sus objetivos. Su problema no era fácil. En la mayoría de los casos, sus ideas eran una contracultura, o sea, se motivaban en valores de la cultura (como el valor de la libertad y la igualdad ante la ley) pero también cuestionaban los principios de la vida "privada", como la sexualidad y las relaciones y roles de hombres y mujeres dentro de la familia y fuera de ella.

A través de su acercamiento al mundo académico, se profundizó, midió y caracterizó una compresión más acabada del problema que enfrentaba, se caracterizó el fenómeno de la identidad de género y se profundizó en los estudios sobre la sexualidad. Los movimientos motivaron la reflexión académica y ésta brindó de nuevos objetivos a los movimientos sociales, lamentablemente, no así estrategias.

El fallo en la estrategia del género

La llamada "Segunda ola feminista" llegó a su fin, cuando se dio cuenta que su estrategia de visibilizar la irracional diferencia social entre hombres y mujeres, a través de marchas y actos públicos, no tenía los efectos esperados, especialmente porque no se tenía claro un objetivo y aplanaba la diversidad de las mujeres. En ese punto, nace una perspectiva académica que desentraña y profundiza las fuentes de esa desigualdad, el enfoque de género.

El enfoque de género, demuestra con múltiples evidencias (1), que el sexo (biológico), la orientación sexual (bio-psico-social) y el género (social), son cuestiones relativamente independientes y qué este último, el género, es una construcción social, un contrato que puede cambiar si perjudica a alguna de las partes. Tal concepto permitió construir indicadores que apoyarán con datos esta realidad (diferencia de renta entre hombres y mujeres, cantidad mujeres que participan del mercado laboral, victimización de hombres y mujeres, asignación de roles laborales públicos y domésticos).

Estos datos dieron consistencia a la apuesta feminista, que a través del concepto de género logró insertar una agenda en instituciones políticas que intentasen remediar estas cifras.

Una cuestión similar fue lo que ocurrió con el movimiento gay y trans, que optaron por una visibilización de su historia a través de discursos políticos y guiones cinematográficos, expusieron el drama de la discriminación. Pero no fue hasta que organismos como la Asociación de Psicólogos Americanos, expuso que la orientación sexual no es una enfermedad y no es posible su tratamiento, que no obtuvieron una legitimidad contundente, que les diera una mayoría de aprobación.

Todo desencadena en que la promoción por los nuevos valores de respeto e igualdad de la sexualidad y el género, terminó en leyes y políticas que imponían estos valores al resto de la sociedad. La balanza se cambió de lado, pero la situación fue la misma. Ahora, los grupos conservadores sienten el peso de la máquina que perseguía a las feministas y homosexuales en el pasado.

Esto a generado la organización y articulación de diversos grupos que ven como sus creencias, su "ontología", se ve amenazada por leyes nacionales e internacionales. Desde su punto de vista, es la depravación social y la "ideología del género", la que amenaza su existencia, sus creencias y a la sociedad entera. Ellos mismos han articulado una reflexión y marco interpretativo, en el cual ven estas organizaciones feministas, homo y transexuales, como organizaciones maliciosas. Se han negado a ver la otra perspectiva y curiosamente utilizan argumentos similares al feminismo radical, sólo que invertidos. Arguyen que esto es parte de una estrategia global que busca desestabilizar las democracias y sociedades, con el afán de implantar una hegemonía. Y pueden darse el gusto de tener razón cuando son atacados por una masa igualmente fanática que tampoco ha reflexionado profundamente sobre el problema, pero que es intolerante ante la intolerancia, sólo porque ahora es un discurso oficial.

La tolerancia impuesta

El error fue ocupar mecanismos verticales que, una vez conquistados, expandieron los valores como verdades irrefutables al convertirse en leyes y programas para empresas, gobiernos y agencias supra y no gubernamentales. El discurso que buscaba terminar con la discriminación entró a una máquina discriminadora. Un fenómeno similar al del cristianismo al volverse religión oficial del imperio romano, donde los arrojados a los leones fueron otros, pero los leones siempre comieron.

Esto provocó que la gente que tenía una base cultural de valores distintos, se volviera, jurídicamente contracultura y se sintiera obligada a tolerar algo que no le parecía según su pensamiento. La tolerancia no se impone.

En contraparte, quienes promueven las estrategias legales de la tolerancia, consideran que los cambios legales terminan con la discriminación legal, y no imponen ideas a nadie, sino que dan libertad. Sin embargo justifican sus razones en un pensamiento que ha nacido a través de una historia, que para quienes lo ignoran, no es fácil de tragar, les parece una idea ajena y hasta antojadiza. No les es obvio.

Las ideas que así llegan desde arriba, suelen llegar como lecturas incompletas para las masas, pese a estar de acuerdo, reaccionarán incluso violentamente contra los "intolerantes", pese a que ellos también demuestren actitudes sexistas y discriminadoras (como son los las bromas hacia al feminismo, machismo o la homosexualidad).

En este sentido, la dinámica de influencia que han alcanzado se les ha ido de control a los grupos y movimientos que las promueven, generando rechazos y comprensiones incompletas al usar mecanismos "desde arriba hacia abajo".

El fenómeno en sí mismo es interesante. Permite preguntarse cuantas ideas "hegemónicas" no han pasado por un proceso similar, en que se han anclado a una estructura que reproduce vicios imponiendo, más que proponiendo.


(1) Evidencias de la teoría del género: La antropología a demostrado a través de estudios comparados, la diferencia de roles entre hombres y mujeres, así como la existencia de sociedades matriarcales. La arqueología por su parte desentraña que el tipo de sociedad matriarcal era muy frecuente en grupos de cazadores-recolectores. La historiografia ha mostrado los cambios históricos de los roles de hombres y mujeres de las sociedades occidentales .

lunes, 30 de mayo de 2011

El poder de nombrar (parte 3 y final)

Ya no veo nada, me encuentro sumergido en el humo. El humo me ahoga, se huele la sangre humana calcinada, pero esto no es una guerra, todo es una simple consecuencia. El humo que respiro, y que aun no nos deja ver, no se siente como pólvora. La usina gigante consume todo y desecha su humo oscuro e inicuo. Mi caída términa directamente en el corazón de la máquina, ahí donde no sólo se consume el carbón, sino también las almas de los hombres.

Esta máquina consume a hombres y naturaleza por igual, pero primero los mastica con palabras, como siempre, son las palabras de nuestro tiempo, las palabras de moda. Esas creencias que nos hacen ver, que se apropian del mundo, desde una determinada visión de mundo. Nacen así de estas nuevas religiones, los sumos sacerdotes de la modernidad.

La máquina económica: Las tecnologías del cercado y las actuales palabras de moda.

Hoy por hoy todo lo que empiece con "eco" está de moda, principalmente las palabras maestras y estudiadas de  la "eco-logía" y la "eco-nomía". Hace un tiempo éstas palabras tenían tanta distancia como la astrología de la astronomía, pero hoy ya se están tomando de la mano, a través de fuertes palabras de moda. Revisemos un poco esa historia.

El antropólogo y economista Karl Polanyi, describió el proceso de industrialización como un cambio profundo que requirió muchas transformaciones en todos los planos de la sociedad, sobre todo en el de las palabras. Para que la industria progresara, según él, era necesario compensar el costo de invertir  en maquinaria haciendola producir constantemente, para ello se necesitaba materia prima y mano de obra constante. Para suplir esta necesidad, los industriales necesitaron organizar la vida social a través de una institución que hasta esa fecha no era central, pero que fue convertida en tal, el mercado. El mercado alimentaba así a las máquinas  industriales "cercando", envolviendo o empaquetando los "dones de la naturaleza" y convirtiéndolos en "materia prima". Lo mismo ocurría con las "personas" que ingresaban a "el mercado laboral" para convertirse en "mano de obra". La industria había "cercado" o renombrado la realidad para que fuese absorbida, vista y entendida por el "mercado", enajenando la realidad y monetarizandola.

El efecto "intelectual" de este cambio fue el surgimiento de la "economía política" , que no sólo explicaba los fuertes cambios de las sociedades que se industrializaban, sino que también contribuían a que estos cambios se concretaran, haciendo los cálculos necesarios para aplicar la regla del dinero a la realidad, llegando a ser la disciplina que puso de moda la frase "todo es dinero". Es que el análisis resultaba tan fructífero que no dudaron a aplicarlo a otras esferas que no tenían mucho que ver con el campo de la economía. Así, los economistas (clásicos o marxistas), no dudaron en extender el análisis del "mercado autoregulado" y "la regla del dinero" a toda la historia humana y ahora último también a todas las dimensiones humanas.

Desde el Chile de los años '90 en adelante, según el sociólogo Jorge Larraín, se ha estado experimentado los efectos este peculiar análisis, sobre todo a través de la institución que más ha marcado ésta época industrial: La empresa. La empresa reemplazó no sólo a la idea de fábrica, como símbolo de la industrialización, sino que también quiere reemplazar a otras instituciones como la familia, la iglesia, el arte. No hace mucho las empresas se imaginaba a sí mismas como una gran familia, la "empresa familiar". Hoy, no son pocos los que piensan a su familia como una empresa. Así, en Chile, todo se mide con el parámetro de la empresa. El empresario es el héroe nacional, todos son empresarios (si tienes un quiosco eres micro-empresario, si vendes tu trabajo eres empresario) y el "emprendimiento" es una de las palabras de moda que describen el mejor valor humano. La descripciones del emprendedor como "arriesgado", "valiente", "pujante", "líder", son acompañadas además por "innovador". "Emprendimiento", "innovación", "liderazgo", palabras de moda que impregnan nuestra realidad.

El crecimiento económico: la fe de la economía.

¿Por qué estas palabras de moda, sobre todo "innovación", son tan importantes dentro del esquema económico?

Un punto de gran debate que suele esconderse bastante, pues se piensa superado, es el del crecimiento económico. En general no existe un consenso o una explicación satisfactoria sobre qué es, por qué se produce o si realmente existe.

Tradicionalmente el crecimiento económico se intenta medir a través de las expansiones o contracciones del Producto Interno Bruto(PIB), una forma de contabilidad anual, que compara año a año y entrega el porcentaje de crecimiento según esta diferencia. Un aspecto importante sobre el PIB es que no existe un indicador que mida con precisión al largo plazo los efectos de la inflación (como aumenta el precio de los productos) en el PIB (lo que lo aumenta artificialmente), por otra parte se contabilizan los aspectos positivos (como la construcción) y los negativos (como la demolición) como productivos. Asimismo sólo mide producción, lo que implica que lo que se desgasta y acumula (como basura) no se considera perdida, o sea no considera la durabilidad ni calidad del trabajo realizado. Finalmente hay que considerar que para que el crecimiento económico tenga causas exclusivamente productivas, el crecimiento debe superar al crecimiento de la población. Sumando y restando, las cifras del PIB no son las más eficaces para demostrar el crecimiento o medirlo. Sin embargo se entiende que este de verdad sucede y es experimentado en algunas sociedades, lo que lleva a pensar a alguna gente que si hay más ricos acá es porque hay más pobres allá. Una idea muy basada en los principios del "equilibrio", que muchas veces son un deseo más que un efecto posible.

Sin embargo, y pese a lo dificultoso que resulta medir precisamente el crecimiento económico, se pueden visualizar notables avances de las economías (al menos del punto de vista en que el crecimiento es igual a aumento de la productividad), aunque sí hay un punto en que el principio del equilibrio importa, ya que como reza la primera ley de la termodinámica "nada se crea(o pierde), todo se transforma", existe un limite al crecimiento. Estos limites están dados por la cantidad de naturaleza que puede transformarse a "materia prima" y asimismo por la energía, trabajo disponible o mano de obra. Es acá donde ecología y economía se conocieron por primera vez.

Desde el comienzo de la ciencia económica, se pensaba que era el trabajo la principal fuente de la riqueza (para Smith y Marx), pero con el tiempo también se agregaron otras causas, como aumento del capital, aumento de la tecnología o aumento del conocimiento. Sin embargo todas estas causas tienen un factor en común, contribuyen a transformar la realidad en productos medibles por la regla del dinero, lo que evidentemente suma a la contabilidad del PIB. El trabajo transforma la naturaleza en productos con precio, el capital organiza la fuerza productiva, la tecnología permite que lo que antes no era transformable hoy lo sea, además aumenta la productividad per capita.

Así, la "innovación" contribuye a la contabilidad del PIB, en la medida que no crea, sino que pone precio a lo que antes no tenía. Eso es contribuir al "cercado" de la realidad. Un ejemplo de innovación es la tecnología de las categorías jurídicas sobre la "propiedad intelectual", un concepto bastante abstracto, pero que permite monetarizar las ideas, lo que antes parecía gratis. Recientemente, se ha introducido en Chile una nueva "innovación", que consiste en registrar los códigos genéticos como propiedad intelectual, cercando la naturaleza viva como nunca antes. Otra innovación interesante es lo que ocurre con los bosques de la región del Bio-bío y la Araucanía en Chile, con la industria forestal, que transformó bosques "improductivos" o "poco productivos", en plantaciones eficientes y medibles para el PIB, pero que descontó todas las calorías que obtenían las poblaciones cercanas en productos que recolectaban gratuitamente de allí, como frutos silvestres o madera de alta calidad de especies nativas.

Es también cierto que existen otras innovaciones que parecen no hacer daño, sino simplemente cobran por un servicio que antes no existía. Suele decirse eso de las autopistas concesionadas que ofrecen un servicio de vía rápida a los automovilistas, sin embargo la opción que dejan a los que prefieren el servicio antiguo (por el que también pagan a través del "permiso de circulación") . Es inferior a lo que había, es mucho más complejo que lo original, o simplemente no existe (como es el caso de los viajeros que sólo cruzan por Santiago y deben pagar casi obligatoriamente por pasar las autopistas).

En estos términos, hay que recordar que el crecimiento económico tiene un impacto sobre la realidad, el ejercicio de poner un nombre o renombrar para que calce con la regla del dinero genera una "perdida", un "gasto" o un desecho. Curiosamente hoy, se despierta una conciencia distorsionada de estos impactos del crecimiento y se ha instalado a través de la amenaza casi terrorista del "calentamiento global", una palabra de moda que intenta operar basado en el "medio ambiente" y que en su integración con la economía ha generado una nueva regla para medir, ésta vez la de la "huella de carbono".

Finalmente, hoy, ecología y economía se dan la mano, pero sigue siendo la economía que imponga sus reglas. quizás lo único que verdaderamente tiene en común, son la fuerza para imponer palabras de moda y su interés por lo "verde".

martes, 24 de mayo de 2011

El poder de nombrar (parte 2)

Huelo sangre mientras caigo. Mi vista se nubla por el humo. Escucho tambores en el aire, el frío se cambia por un calor intenso a petroleo y carbón. Se siente la perdida de la inocencia. Silbidos explotan a mi alrededor. Se me irritan los ojos, así que sólo los cierro y escucho, escucho las palabras.

Escuché que las palabras se ponen de moda en las bocas de los seres humanos, que reflejan sus creencias y sus explicaciones, también lo que ven. Escuche también que las palabras generan sistemas de creencias que aveces entran en conflicto o se declaran la guerra.

La guerra de los nombres: palabras en boga.

La palabras de moda, que "vienen de" o "se transforman en" sistemas de creencias son marcos explicativos de la realidad. Esas palabras, como todas las palabras, se apropian de la realidad y le dan determinado orden y lugar dentro del mundo. Es por ello que encontrar puntos de acuerdo, cuando las palabras de moda provienen de creencias muy profundas y completamente diferentes, resulta imposible.

En la política, el conflicto de palabras es muy claro, pero también en disputas distintas. Muchas veces crear insultos y ponerlos de moda genera una rivalidad manifiesta. Por ejemplo, la "garra blanca" intenta cambiar la representación de sus adversarios poniéndole sobrenombres como "madres" a los de la U y "monjas" a los de la U católica. Así se construye un perfil denigrando al rival y se incorpora el sobrenombre-insulto, negándole el ser llamado por su propio nombre.

Otras rivalidades son más ocultas. La rivalidad dentro de una profesión o disciplina puede tomar ribetes oscuros. Muchas escuelas de pensamiento rivalizan para poner sus palabras de moda, muchas veces sin siquiera argumentar lógicamente sobre los criterios del adversario. Las teorías (que podríamos llamar un conjunto organizado de palabras de moda) pasan de temporada.

Una singular rivalidad teórica toma pie en nuestra época.

Se dice que existen dos eventos en la historia que han conmocionado a la humanidad. El primero fue la revolución neolítica y con ello el origen de la civilizaciones y la agricultura intensiva. El segundo es la revolución industrial, lo que significó el surgimiento de nuevas disciplinas para explicar el evento en sí. La "economía política" se desarrollo a partir del libro de Adam Smith, "La riqueza de las naciones", de ahí en adelante se plantea la fe sobre el crecimiento económico basado en la industria y el mercado autoregulado. En la misma época Karl Marx realiza una crítica al proceso de industrialización y a lo que él llamó sistema capitalista.

Tanto Smith como Marx se dieron cuenta del papel que estaba tomando la economía en la vida de la Europa del siglo XVIII, sin embargo ambos en su análisis extendieron las propiedades de la economía para explicar la historia completa de la humanidad. De este modo, los análisis de estos autores (ciertos o no) generaron muchas palabras de moda, que fueron rápidamente incorporados por quienes se inscribían con las teorías de uno u otro autor. Las bocas se llenaron de las palabras "libre mercado", "competencia", "oferta y demanda", "mano de obra", pero también "clases sociales", "trabajador asalariado", "lucha de clases", "revolución", "burguesía".

Estas palabras de moda generaron un conflicto intenso y surgió otra palabra de moda para describirlo: "guerra fría". Todo el mundo entonces se explicaba por "la guerra fría". La batalla sobre la economía y cómo debía organizarse la fuerza industrial llevó a encarnizadas luchas, no sólo en palabras, sino también de sangre. Los argumentos en América Latina representaban palabras fuertes como "igualdad" y "justicia social" por una parte; y "libertad" y "democracia", por otra. Finalmente, esos valores se sepultaron bajo otras palabras de moda: "autoritarismo" para los "rojos"; e "imperialismo" para los "gringos".

Creo que ese tiempo sólo puede resumirse en una notable frase del economista J. K. Galbraith, hecha de frases hechas (citando a Marx): "Bajo el capitalismo es la explotación del hombre por el hombre; bajo el comunismo, justamente lo contrario".

Ambas explicaciones, teorías, palabras de moda, se enfocaron en abarcar toda la realidad bajo un sólo rotulo "economía" o "modos de producción". Buscando la respuesta completa sobre uno de los términos más complejos a los que el ser humano a tenido que ponerle nombre...nosotros mismos. Para lograr convertirse en "la" explicación, se invirtió en muchas materias: arte, ciencia, deportes, también en balas y espionaje. Se traicionó los principios que se postulaban (La Unión Soviética se volvió jerarquica y los países capitalistas atentaron contra la libertad con torturas y subvenciones). Sin embargo esta guerra tuvo un absoluto ganador, en un caso u otro...

martes, 17 de mayo de 2011

El poder de nombrar (parte 1)

Caigo de nuevo duros metros, el viento esta frío y desgarra la piel de mi rostro, seca mi nariz y mis labios, anula mi sentir. Cierro los ojos, me ensimismo. ¡Me detengo en seco!. El frío se detiene también, la vista se fija en un punto clave, un trozo de hielo que me acuchilla las pupilas. Sólo el calor de mi mirada derrite el dolor, entonces observo.

Ya noté que ver y creer son la misma cosa y que observar es mi remedio para ver más. Supuse que tal remedio servía para todos los sentidos y me recordé de uno más al que curiosamente llaman "tacto", yo le dije sentido social, simbólico. Sobre eso me detengo, examino con cuidado las vivencias que son mi vida. Mi vida es y será la referencia, mi experiencia da forma a mis reflexiones.

Las palabras de moda: cómo nombramos nuestro mundo

El sentido simbólico toma fuerza y cuerpo en el idioma. Cuando hablamos lo hacemos con palabras, nunca inocentes. Los lingüistas se desgastan en estudiar las lenguas, pero de repente se ignoran del análisis a las palabras, solitarias palabras. Siempre me ha causado curiosidad las palabras de moda. Podríamos decir que son palabras o frases hechas que salen en boca de muchos y que en el futuro, ya nadie recordará como era la forma en que decíamos. Hay muchas palabras de moda que contribuyen y manifiestan nuestras creencias, y como dijimos alguna vez, también lo que vemos.

He visto como en Chile era fácil saber que pensaba una persona por las palabras que usaba. Si las palabras de moda eran "momio", "facho", "compañero", "trabajadores", "igualdad", "lucha", "clases", otras personas ponían de moda "resentidos", "comunistas", "colega", "libertad", "capital". Luego se agregaron palabras como "golpe militar", mientras que otros sumaban "pronunciamiento". Mientras otros gritaban "dictadura", otros decian "democracia protegida".

No sólo de esa política se podía saber con las palabras, la otra política también se sabe. Cuando la gente organizaba un "cahuín" (fiesta en mapudungün) era divertido, bien distinto que los más agresivos "malones" (invasiones mapuches o fiestas de los 60), pero mejores que las "fiestas", aunque me quedo con los "carretes"(fiestas o salidas nocturnas actualmente), que espero no lleguen a ser "party", aunque sean sólo de pijamas. En esta otra política puedes saber de donde vienes, si dices "pe", "po" o "pues", "sos" "sois" o "soi". Suficientemente claro para definir estrato social a través del tiempo: "roto", "kuma" o "flaite", si se te discrimina por "pobreza"; o "pelusa", "cuico" o "pelolais", si la discriminación es por "riqueza".

El dr. Maturana dijo, de la manera más compleja que pudo, que los seres humanos nos movemos entre redes de conversaciones, muy probablemente entre palabras de moda. Él pensó que ésta realidad abarca incluso a las profesiones, diciendo que un oficio o profesión no es otra cosa que hablar sobre ciertos temas con ciertas palabras.

Cada profesión o disciplina se constituye a sí misma como un "sistema de creencias", esto es igualmente valido tanto para oficios religiosos, como para los científicos. Los matemáticos llaman a estas creencias, axiomas. Gödel demostró que todo planteamiento matemático es un multiplicador de los axiomas originales, es decir, la última explicación matemática de todo cálculo será siempre el axioma original. Por tanto no se puede explicar nunca el axioma original. Esto es lo que pasa efectivamente con cada profesión, ciencia, filosofía o religión. Los postulados básicos sobre los que se construyen los conocimientos son creencias difícilmente demostrasbles. Por ejemplo, el cristianismo se convirtió en una filosofía muy lógica gracias a la teología, sin embargo era requisito primero creer en axiomas como "Obra de Dios" "Espíritu Santo" o "milagro", cosas que nadie puede ver o comprobar. La física cree a su vez en propiedades como "gravedad", "carga electromagnética", " carga sabor" o "carga color"  (Sólo existe una descripción de estas propiedades, no una explicación), la diferencia quizás radica en que se basan en la experimentación.

Esto no hace que un sistema de creencias sea más o menos cierto que otro, simplemente sus axiomas describen cosas diferentes. Son conversaciones diferentes, con palabras diferentes (y probablemente también "consensos" sobre esas palabras diferentes).

Sin embargo estas redes de conversaciones, estas palabras de moda,  suelen tener problemas entre ellas, así como las palabras políticas de moda, también se enfrentan en algunos conflictos, probablemente para convertirse en el "consenso"...